martes, 1 de mayo de 2012

Phimosus infuscatus

 

Escrito por: Arturo Amaro
Tara / Zamurita
Phimosus infuscatus berlepschi

Orden: Ciconiiformes
Familia: Threskiornithidae / Ibis y corocoros
Nombre local: Garza negra

Notas de campo

Si recorremos los potreros y las zonas agrícolas de Santa Cruz, seguramente podremos observar pequeños grupos de estas ibis, ya sea caminando sobre charcas y terrenos inundados o simplemente posadas en los empalizados. Además de la Garza real (Ardea alba) y la Garcita reznera (Bubulcus ibis) la Tara es la más común y fácil de ver entre las Ciconiiformes, asimismo, es el más frecuente entre los corocoros en esta región; donde tiene preferencia por las áreas forestadas y agrícolas, aunque es posible observarla en las suburbanas.
Se puede ver en las zonas abiertas de pastizales, húmedas o secas, pantanos, charcas, terrenos inundados y con especial abundancia en el Embalse de Taiguayguay, donde transita entre la bora, los lirios de agua y la pira orillera y flotante; ocasionalmente se introduce en los jardines y parques.
De naturaleza gregaria y sociable, vive en grupos muy conspicuos (más de 20 individuos; más de 100 en Taiguayguay), caminando a orillas del agua, entre pasturas y sobre la vegetación acuática, también es probable verla posada en algún árbol orillero y en el tendido eléctrico; o sobrevolando la región a media y baja altura (con el cuello estirado y ocasionalmente haciendo formaciones en V), especialmente a tempranas horas del día cuando se dispone a buscar su alimento y al atardecer cuando regresa a su dormidero.
Con respecto a su dieta, busca su alimento en ambientes acuáticos poco profundos, y está constituido por pequeños peces, anfibios, insectos, moluscos y algunas sustancias vegetales que obtiene del follaje, generalmente disfrutando de la compañía de otras aves zancudas.
Sus nidos son plataformas construidos a base de palitos y ramitas, colocados en árboles y arbustos conjuntamente con otras especies, usualmente a orillas del agua, dichas plataformas son inestables y cuando las colonias logran grandes congregaciones se le denominan garceros. Nidifica en abril.
En cuando a su voz, podemos decir que si nos estacionamos a verlas de seguro pensaríamos que son mudas, emitiendo una especie de graznido agudo y ronco a bajo volumen en contadas oportunidades, como cuando se aproxima una nueva bandada a las charcas o cuando se siente amenazada, el resto del tiempo reina el silencio. Escuchar aquí: http://www.xeno-canto.org/browse.php?query=Phimosus+infuscatus+&species_nr=
De apariencia compacta este corocoro mide entre 48-51 centímetros y pesa unos 575 gramos, no hay distinciones entre sexos y los juveniles son amarronados.
Su rango de elevación alcanza los 500 metros (a sido vista a 3600). Es una especie residente, común y ampliamente distribuida a lo largo de la zona centro y suroccidente del país, ausente en la región árida noroccidental y nororiental, habitando al sur del Orinoco solo al noroccidente de Bolívar y Amazonas. Fuera de Venezuela se encuentra desde Colombia hasta Argentina y Paraguay (Hilty, (2003), p.217).

Estatus local: Especie residente, de carácter sedentario o local durante todo el año.

Frecuencia de avistamientos: Frecuente y abundante, observándose en toda la región (especialmente en áreas agrícolas).

Esquividad: Conspicua, fácil de ver a media distancia.

Notas:

Registros en otras localidades:
  1. 560m. Embalse de Tierra Blanca, Guárico. Diciembre 2010-febrero 2011; comienzos de marzo 2012; abril 2012.
  2. 100m. Haciendas las Maravillas, Guárico. Enero 2012.
  3. 137. El Sombrero, Guárico. Finales de marzo 2012.
  4. 56m. San Fernando, Apure. Comienzos de abril 2012.
  5. 55m. Esteros de Camagúan. Guárico. Mediados de abril 2012.
Notas: en (1.) muy escasa.

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